As palavras são como vinho, é preciso beber para sabê-las. Mas, não é tão simples, é preciso antes aprender a bebê-las, degustá-las,descobrir os seus becos, seus meandros, seus aromas secretos de palavras, saber esperar a sua hora minúscula, oculta, seus caramelos congelados que esperam a chegada da primavera para transformar-se de novo em palavras pétreas e poder significar.

sábado, 13 de junho de 2009

Arde el Mar




Tierna luz de porcelana
tres estrellas en tu almohada
y la miel
y la miel de tu mirada

El misterio de tus manos
es aquel que el cielo extraña
y lo que el viento
lo que viento quiere ser

Nace un mundo cuando hablas
caen las hojas cuando callas
y en tus ojos vive un dios
La belleza está grabada
en tu espalda y en tus alas
Si caminas arde el mar... arde el mar

Llueve plata cálida
sobre el rio que bendices
y al lorar
crece un árbol de cristal
Cuelga el cielo de tus pies
y yo te enseñare a caer
se tu me invitas
tú me invitas a volar

Nace un mundo cuando hablas
caen las hojas cuando callas
y en tus ojos vive un dios
La belleza está grabada
en tu espalda y en tus alas
Si caminas arde el mar... arde el mar

Arde el mar, arde el mar...

Arde el Mar
Rosa Cedrón

Composição: Alba Felpete

2 comentários:

  1. Convido você a voar..
    G.

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  2. El Pájaro

    En el silencio transparente
    el día reposaba:
    la transparencia del espacio
    era la transparencia del silencio.
    La inmóvil luz del cielo sosegaba
    el crecimiento de las yerbas.
    Los bichos de la tierra, entre las piedras,
    bajo la luz idéntica, eran piedras.
    El tiempo en el minuto se saciaba.
    En la quietud absorta
    se consumaba el mediodía.

    Y un pájaro cantó, delgada flecha.
    Pecho de plata herido vibró el cielo,
    se movieron las hojas,
    las yerbas despertaron...
    Y sentí que la muerte era una flecha
    que no se sabe quién dispara
    y en un abrir los ojos nos morimos.

    Octavio Paz

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Quem sou eu

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Pelotas, RS, Brazil
Quem sou eu? Pois começo a pensar: como Leolo, não o sou, porque eu sonho. Parce que moi, je rêve. Je ne le suis pas. Abdico do reinado de ser para estar um rio: um poderoso rio castanho, taciturno, indômito e intratável... O aroma das uvas sobre a mesa de outono. O seu estuário onde a estrela-do-mar, o caranguejo e o espinhaço da baleia são arremessados para a pulsação da terra. Tudo tange e vibra. Fora isso, há esse tempo de agora, ex nihilo, mastigando algum pedaço de silêncio enquanto a poesia vibra. Desse mim, não há muito o que dizer, mas certamente há muito o que inventar.

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