As palavras são como vinho, é preciso beber para sabê-las. Mas, não é tão simples, é preciso antes aprender a bebê-las, degustá-las,descobrir os seus becos, seus meandros, seus aromas secretos de palavras, saber esperar a sua hora minúscula, oculta, seus caramelos congelados que esperam a chegada da primavera para transformar-se de novo em palavras pétreas e poder significar.

sábado, 31 de maio de 2008

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes donde quiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.


Mario Benedetti

http://www.youtube.com/watch?v=a6f-4RyoQNI&feature=related

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

e para ouvir, entre outros poemas:

http://www.youtube.com/watch?v=3Q4myDcshGY

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
 
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
 
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
 
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
 
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda
e para escutar, aqui:
http://www.youtube.com/watch?v=Dz6YQMEOIug&feature=related

sábado, 24 de maio de 2008


Os dias não se descartam
nem se somam,
são abelhas que arderam de doçura
ou enfureceram o aguilhão:
o certame continua,
vão e vêm as viagens do mel à dor.

- Pablo Neruda –
Foto: Marcello "fungos"

Às vezes abro a janela e encontro o jasmineiro em flor.
Outras vezes encontro nuvens espessas.
Avisto crianças que vão para a escola.
Pardais que pulam pelo muro.
Gatos que abrem e fecham os olhos, sonhando com pardais.
Borboletas brancas, duas a duas, como refletidas no espelho do ar.
Marimbondos que sempre me parecem personagens de Lope de Vega.
Às vezes, um galo canta. Às vezes, um avião passa.
Tudo está certo, no seu lugar, cumprindo o seu destino.
E eu me sinto completamente feliz.
Mas, quando falo dessas pequenas felicidades certas,
que estão diante de cada janela,
uns dizem que essas coisas não existem,
outros que só existem diante das minhas janelas,
e outros, finalmente,
que é preciso aprender a olhar,
para poder vê-las assim.


- Cecília Meireles –
Foto de Marcello: Asclepias curassavica L. (Angiospermae/Asclepidaceae)

Niña Pastori e Falete - Válgame dios

Y es la verdad
querer asi es un "pecao"
válgame Dios
que me perdone el santo padre
pero yo...
no se vivir si no te tengo a mi vera
Y es la verdad
que quererte más no puedo
y el pensarlo me da miedo
tu no te vayas a equivocar
y es tanto lo que te quiero
que no lo podría aguantar.

Estribillo
Quiero que me beses
y a media voz decirte que te amo
y háblame bajito
que nadie se entere lo que nos contamos
Quiero que me beses
que nadie se entere
lo que nos amamos.
(x2)

Por ti seré
un angelito y guarda de tu corazón
y borraré malos recuerdos
y te daré la luz de luna que tu corazón buscaba
y quiero ser ese brillo de tu mirada
el reflejo de tu alma
pequeñas cosas yo te daré,
la fe que mueve montañas
y el sentimiento más puro.

Estribillo (x2)
Que me perdone el santo padre pero yo...
que me perdone el santo padre pero yo...
Un angelito y guarda de tu corazón...


Para ouvi-la acessar aqui...
http://www.youtube.com/watch?v=Ni2CZxG-ylY&feature=related

Que pena


Qué pena
que se acabara
qué pena
por la manera
qué pena
que pase el tiempo
y me siga dando pena.
Una madeja de risa
en un charquito de esmalte
un dibujito de tiza
un acertijo muy fácil.
Es un churrete de Luna
con encajitos chocantes
unas cosquillas de cuna
un pellizquito de amante
es un capricho de azúcar
es un flequito del aire.
Niño recién nacío
que columpia despertares
ojalá que hubiera visto
la sonrisa de tu mare.
Celos es lo que tengo
no es que tenga dudas
y es que tengo miedo
todavía
yo no me creo que te tengo.
Vivimos con la dignidad
del que es capaz con solo una mirada
de distinguir una verdad
entre miles de mentiras disfrazadas
todavía
no me creo que te tengo.
Quererse es no tener secretos
y sin embargo seguir siendo
y el uno para el otro
y el mayor de los misterios
todavía
yo no me creo que te tengo.
Qué pena...
Cuando yo quise
tú no querías
y cuando por fin quisiste
yo quise querer
pero no podía.
Los paisajes más bellos
viven en la mente
de los ciegos
y la esperanza más fuerte surge
de los que no tienen remedio
todavía
yo no me creo que te tengo.
Qué pena...
De aquí p'allá se mueve en la cuna...


Nina Pastori
Composição de Alejandro Sanz

Para ouvi-la acessar aqui: http://www.youtube.com/watch?v=cWRd_rbXw2k&NR=1

La sombra de mi alma



La sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de livros
y palabras.

La sombra de mi alma!

He llegado a la línea donde cesa
la nostalgia,
y la gota de llanto se transforma
alabastro de espíritu.

(La sombra de mi alma!)

El copo del dolor
se acaba,
pero queda la razón y la substancia
de mi viejo mediodía de labios,
de mi viejo mediodía
de miradas.

Un turbio laberinto
de estrellas ahumadas
enreda mi ilusión
casi marchita

La sombra de mi alma!

Y una alucinación
me ordeña las miradas.
Veo la palabra amor
desmoronada.

Ruiseñor mío!
Ruiseñor !
Aun cantas?

_________________

Da obra “Libro de poemas(1921)” de Federico Garcia Lorca Diciembre de 1919 (Madrid)

De manhã


Os sinos dobram

Aos meus ouvidos,
os sinos dobram
e as caldeiras fervem

Aos meus ouvidos,
os sinos dobram,
as caldeiras fervem
e os carros buzinam.

Aos meus ouvidos,
os sinos dobram,
as caldeiras fervem,
os carros buzinam
e os alarmes disparam

Aos meus ouvidos,
os sinos dobram,
as caldeiras fervem,
os carros buzinam,
os alarmes disparam
e as sirenes explodem


Aos meus ouvidos,
os sinos dobram,
as caldeiras fervem,
os carros buzinam,
os alarmes disparam,
as sirenes explodem
e você beija minha orelha...

Silêncio

Ainda é cedo...
Me abraça forte.


Deisi Moura Rodrigues
poetisa gaúcha

Aqui no peito

Gostaria de falar
do quanto estou bem
de tanto ser forte
porque cada momento é só aquilo
e em nada mais se perde.
E que ficar só faz bem
já que em tudo me acho
e que a nossa primavera
desceu serena o riacho

Mas a viagem não foi aquilo
e a vantagem da solidão
que afinal não podia ser
foi chegar à conclusão
que há muito pra sofrer

Da dor se faz a rima
no nevoeiro da noite
que arrasta pelos esgotos
sapatos velhos
e latas de coca-cola

Minha mente flutua
nas galerias subterrâneas.
sinto medo –
Há ratos por todo lado.

Quero que me perdoes
e que saibas sofrer
até que eu retorne

Transito numa viagem insana -
Aeronave desgovernada...
Redemoinho

Há o que temer.
Logo, existo.

Sinto uma dor aqui no peito, amigo...
Acho que sabes do que estou falando.

Deisi Moura Rodrigues
poetisa gaúcha

Confissão

Dizem que o amor é cego,
não nego,
por isso te abro os olhos:
não tenho bens nem alqueires,
eu não sou flor que se cheire,
nem tão boa cozinheira,
(bem capaz que ainda me piches
por só comer sanduíches),
minha poesia é fuleira,
tenho idéias de jerico,
um cio meio impudico
como as cadelas e as gatas,
às vezes me torno chata
por me opor ao que contemplo,
sei que sou péssimo exemplo,
por pouca coisa me grilo,
talvez por mim percas quilos,
eu não sei se valho a pena,
iguais a mim, há centenas,
desejo te ser sincera.
Mas no fundo o amor espera
que grudes qual carrapicho:
são tão grandes meu rabicho
e minha paixão por ti,
que não estão no gibi...
Ao te ver, viro pamonha,
sem ação, e sem vergonha
o meu ser inteiro goza.
Por isso, pra encurtar prosa,
do teu corpo, cada poro
eu adoro adoro adoro...

Leila míccolis

Na véspera de ti


Na véspera de ti
eu era pouca
e sem
sintaxe
eu era um quase
uma parte
sem outra
um hiato
de mim.

No agora de ti
aconteço
tecida em ponto
cheio
um texto
com entrelinhas
e recheio:
um preciso corpo
um bastante sim.


- Maria Esther Maciel –
Minha mãe achava estudo
a coisa mais fina do mundo.
Não é.
A coisa mais fina do mundo é o sentimento.
Aquele dia de noite, o pai fazendo serão,
ela falou comigo:
"Coitado, até essa hora no serviço pesado".
Arrumou pão e café , deixou tacho no fogo com água quente.
Não me falou em amor.
Essa palavra de luxo.

- Adelia Prado –

Ilumina-me


Gosto de ti como quem gosta do sábado
Gosto de ti como quem abraça o fogo
Gosto de ti como quem vence o espaço
Como quem abre o regaço
Como quem salta o vazio
Um barco aporta no rio
Um homem morre no esforço
Sete colinas no dorso
E uma cidade p'ra mim

Gosto de ti como quem mata o degredo
Gosto de ti como quem finta o futuro
Gosto de ti como quem diz não ter medo
Como quem mente em segredo
Como quem baila na estrada
Vestido feito de nada
As mãos fartas do corpo
Um beijo louco no Porto
E uma cidade p'ra ti

Enquanto não há amanhã
Ilumina-me
Ilumina-me
Enquanto não há amanhã
Ilumina-me
Ilumina-me

Gosto de ti como uma estrela no dia
Gosto de ti quando uma nuvem começa
Gosto de ti quando o teu corpo pedia
Quando nas mãos me ardia
Como o silêncio na guerra
Beijos de luz e de terra
E num passado imperfeito
Um fogo farto no peito
E o mundo longe de nós

Enquanto não há amanhã
Ilumina-me
Ilumina-me
Enquanto não há amanhã
Ilumina-me
Ilumina-me


Pedro Abrunhosa

E para ouvir, acessar:
http://www.youtube.com/watch?v=AkTSPaFFxn8

Não, não se desfia a rede dos anos: não há rede.
não caem gota a gota de um rio: não há rio.
O sonho não divide a vida em duas metades,
nem a acção, nem o silêncio, nem a virtude:
a vida foi como uma pedra, um só movimento,
uma única fogueira que reverberou na folhagem,
uma flecha, uma só, lenta ou activa, um metal
que subiu e desceu queimando em teus ossos.



Poema: Pablo Neruda
Foto: Marcello "líquen" no Laranjal - Pelotas RS. Foto em 16 de maio de 2008

SOS



Ven a borrarme los fracasos de mi mente
Ven a llenarme de caricias diferentes
Ven a sacarme de este pozo de amargura
Donde me encuentro yo...

Y dame el agua de tu fuente cristalina
Y dame el beso que sin darse se adivina
Que estoy sedienta de cariño sin media
"cansa" de dar amor

De volar siempre buscando la fantasía
De nio en nio como paloma "perdía"
Estoy sedienta de cariño sin media
cansa de dar amor
Que sea capaz de enamorarme cada día
Velar mi sueño mientras que duerme mí via
mirarme siempre con la mirada
Encendía igual que miro yo...

Dame tu mano sin temor a equivocarte
Toma la mía yo nunca quise a engañarte
Dame las cosas que nunca supieron darme
Te llenaré de amor...

Y no hagas caso de lo que diga la gente
Tienen envidia por que yo amo diferente
Por que mi amor es como un pájaro silvestre no se puede enjaular....

que vuela siempre buscando la fantasía
De nio en nio como paloma "perdia"
Estoy "sedienta" de cariño sin media
cansa de dar amor
Que sea capaz de enamorarme cada día
Velar mi sueño mientras que duerme mí via
Mirarme siempre con la mirada encendía
Igual que miro yo...



A língua girava no céu da boca. Girava! Eram duas bocas, no céu único.

O sexo desprendera-se de sua fundação, errante imprimia-nos seus traços de cobre. Eu, ela, elaeu.

Os dois nos movíamos possuídos, trespassados, eleu. A posse não resultava de ação e doação, nem nos somava. Consumia-nos em piscina de aniquilamento. Soltos, fálus e vulva no espaço cristalino, vulva e fálus em fogo, em núpcia, emancipados de nós.

A custo nossos corpos, içados do gelatinoso jazigo, se restituíram à consciência. O sexo reintegrou-se. A vida repontou: a vida menor.


Carlos Drummond de Andrade
Extraído do livro "O amor natural", Editora Record – RJ, 1992, pág. 29.

Un día moriré sin morirme.
Moriré para ciertas cosas nada más.
Moriré para el aire de las sombras,
la cadenas gastadas
de ciertos condecorados acreedores al miedo.
Moriré en blanco, sin sábanas ni gritos.
Será en una trinchera tapizada de Utopías,
Con un banderín blanco en alto
para inventariar pájaros.
Un día moriré para ciertas cosas;
el cementerio estará vedado de ingreso
al invierno de los miedos.
El vino será más vino
y tu mano más apretada al verso.
Moriré en el pueblo
ocupado de otras cosas,
pues ya dije que solo moriré para ciertas cosas.
No morirá mi creencia, porque algo he de llevarme;
tu rosario, el que tus manos contaban cada cruz.
Mi lápiz azul, mi única bandera,
el sonido del aire remolineando olvidos.
Un poco de agua en el alma, el del inicio,
vientre madre.
Un día moriré solo para acabar cansancios,
pero no cerraré los ojos
porque querré llenarme de vida.


Ricardo d. mastrizzo

Na noite terrível, substância natural de todas as noites,
Na noite de insônia, substância natural de todas as noites,
Relembro, velando em modorra incômoda,
Relembro o que fiz e o que podia ter feito na vida.
Relembro, e uma angústia
Espalha-se por mim todo como um frio do corpo ou um medo.
O irreparável do meu passado - esse é que é o cadáver!
Todos os outros cadáveres pode ser que sejam ilusão.
Todos os mortos pode ser que sejam vivos noutra parte.
Todos os meus próprios momentos passados pode ser que existam algures,

Na ilusão do espaço e do tempo,
Na falsidade do decorrer.
Mas o que eu não fui, o que eu não fiz, o que nem sequer sonhei;

O que agora vejo que deveria ter feito,
O que agora só claramente vejo que deveria ter sido -
Isso que é morto para além de todos os Deuses,
Isso - e foi afinal o melhor de mim - é que nem os Deuses fazem viver...

Se em certa altura
Tivesse voltado para a esquerda em vez de para a direita;
Se em certo momento
Tivesse dito sim em vez de não, ou não em vez de sim;
Se em certa conversa
Tivesse tido as frases que só agora, no meio-sono, elaboro -
Se tudo isso tivesse sido assim,
Seria outro hoje, e talvez o universo inteiro
Seria insensivelmente levado a ser outro também.

Mas não para o lado irreparavelmente perdido,
Não virei nem pensei em virar, e só agora o percebo;
Mas não disse nada ou não disse sim, e só agora vejo o que não disse;
Mas as frases que faltou dizer nesse momento surgem-me todas,
Claras inevitáveis, naturais,
A conversa fechada concludentemente,
A matéria toda resolvida...
Mas só agora o que nunca foi, nem será para trás, me dói.

O que falhei deveras não tem esperança nenhuma
Em sistema metafísico nenhum.
Pode ser que para um outro mundo eu possa levar o que sonhei,
Mas poderei eu levar para outro mundo o que me esqueci de sonhar?
Esses sim, os sonhos por haver, é que são o cadáver.
Enterro-o no meu coração para sempre, para todo o tempo, para todos os universos,
Nesta noite em que não durmo, e o sossego me cerca
como uma verdade de que não partilho,
E lá fora o luar, como a esperança que não tenho, é invisível para mim.

(poemas de Álvaro de Campos - Heterônimo de Fernando Pessoa)

Estala, coração de vidro pintado


Esta velha angústia,
Esta angústia que trago a séculos em mim,
Transbordou da vasilha,
Em lágrimas, em grandes imaginações,
Em sonhos em estilo de pesadelo sem terror,
Em grandes emoções súbitas sem sentido nenhum.

Transbordou.
Mal sei como conduzir-me na vida
Com este mal estar a fazer-me pregas na alma!
Se ao menos endoidecesse deveras!
Mas não: é este estar entre,
Este quase,
Este poder ser que...,
Isto.

Um internado num manicômio é, ao menos, alguém,
Eu sou um internado num manicômio.
Estou doido a frio,
Estou lúcido e louco,
Estou alheio a tudo e igual a todos:
Estou dormindo desperto com sonhos que são loucura
Porque não são sonhos.
Estou assim...

Pobre velha casa de minha infância perdida
Quem te diria que eu te desacolhesse tanto!
Que é do teu menino? Está maluco.
Que é de quem dormia sossegado sob o teu teto provinciano?
Está maluco.
Quem de quem fui? Está maluco. Hoje é quem eu sou.

Se ao menos eu tivesse uma religião qualquer!
Por exemplo, por aquele manipanso
Que havia em casa, lá nessa, trazido de África.
Era feíssimo, era grotesco. Mas havia nele a divindade de tudo em que se crê.
Se eu pudesse crer num manipanso qualquer -
Júpiter, Jeová, a Humanidade -
Qualquer serviria,
pois o que é tudo senão o que pensamos de tudo?

Estala, coração de vidro pintado!

(poemas de Álvaro de Campos - Heterônimo de Fernando Pessoa)

Quanta coisa arde
dentro da noite
que não as estrelas
quantas palavras
esfarelando-se
quanta coisa viaja
em mar alto
distante
que a vida não sabe contar
e no horizonte a paisagem
do que sabemos
a grafia imóvel
e sem alma dos edifícios

Luiz de miranda
poeta gaúcho

Permanência


Ainda que não apareças mais
no fundo azul da vida
vou te guardar
como esse vento de abril
febril ventril da alma
espécie de abandono
que não é tristeza
e fica nas palavras
somando-se ao doce
balanço das sílabas


Como esse vento de abril
que não se abre ao coração
mas resplandece
na porta da casa
na porta de dentro da solidão

na asa do desejo

Ainda que não apareças
fico-me aqui
frente a mim mesmo
como um quarto sem janelas
aberto ao seu mundo interno
copo de bruços na madrugada
fico-me
como as distâncias
distendendo-me na luz
um silêncio
doendo na pele
que te guarda
como uma flor
ou
pele por onde respiro
o semblante da aurora
onde
fico-me a renascer


LUIZ DE MIRANDA

Poeta Gaúcho

Eu sei, mas não devia



Eu sei que a gente se acostuma. Mas não devia. A gente se acostuma a morar em apartamento de fundos e a não ter outra vista que não as janelas ao redor. E porque não tem vista, logo se acostuma a não olhar para fora. E porque não olha para fora, logo se acostuma a não abrir de todo as cortinas. E porque não abre as cortinas, logo se acostuma a acender mais cedo a luz. E porque à medida que se acostuma, esquece o sol, esquece o ar, esquece a amplidão.A gente se acostuma a acordar de manhã, sobressaltado porque está na hora.A tomar café correndo porque está atrasado. A ler jornal no ônibus porque não pode perder o tempo da viagem. A comer sanduíches porque já é noite. A cochilar no ônibus porque está cansado. A deitar cedo e dormir pesado sem ter vivido o dia. A gente se acostuma a abrir a janela e a ler sobre a guerra. E aceitando a guerra, aceita os mortos e que haja números para os mortos. E aceitando os números, aceita não acreditar nas negociações de paz. E aceitando as negociações de paz, aceitar ler todo dia de guerra, dos números da longa duração. A gente se acostuma a esperar o dia inteiro e ouvir no telefone: hoje não posso ir. A sorrir para as pessoas sem receber um sorriso de volta. A ser ignorado quando precisava tanto ser visto. A gente se acostuma a pagar por tudo o que deseja e o que necessita. E a lutar para ganhar o dinheiro com que paga. E a ganhar menos do que precisa. E a fazer fila para pagar. E a pagar mais do que as coisas valem. E a saber que cada vez pagará mais. E a procurar mais trabalho, para ganhar mais dinheiro, para ter com o que pagar nas filas em que se cobra.A gente se acostuma a andar na rua e ver cartazes, a abrir as revistas e ver anúncios. A ligar a televisão e assistir a comerciais. A ir ao cinema, a engolir publicidade. A ser instigado, conduzido, desnorteado, lançado na infindável catarata dos produtos.A gente se acostuma à poluição. À luz artificial de ligeiro tremor. Ao choque que os olhos levam na luz natural. Às besteiras das músicas, às bactérias da água potável. À contaminação da água do mar. À luta. À lenta morte dos rios. E se acostuma a não ouvir passarinhos, a não colher frutas do pé, a não ter sequer uma planta.A gente se acostuma a coisas demais, para não sofrer. Em doses pequenas, tentando não perceber, vai afastando uma dor aqui, um ressentimento ali, uma revolta acolá. Se o cinema está cheio, a gente senta na primeira fila e torce um pouco o pescoço. Se a praia está contaminada, a gente só molha os pés e sua no resto do corpo. Se o trabalho está duro, a gente se consola pensando no fim de semana. E se no fim de semana não há muito o que fazer, a gente vai dormir cedo e ainda satisfeito porque tem sono atrasado. A gente se acostuma para não se ralar na aspereza, para preservar a pele.Se acostuma para evitar feridas, sangramentos, para esquivar-se da faca e da baioneta, para poupar o peito.A gente se acostuma para poupar a vida.Que aos poucos se gasta, e que, de tanto acostumar, se perde de si mesma.

Marina Colasanti nasceu em Asmara, Etiópia, morou 11 anos na Itália e desde então vive no Brasil. Publicou vários livros de contos, crônicas, poemas e histórias infantis. Recebeu o Prêmio Jabuti com Eu sei mas não devia e também por Rota de Colisão. Dentre outros escreveu E por falar em Amor; Contos de Amor Rasgados; Aqui entre nós, Intimidade Pública, Eu Sozinha, Zooilógico, A Morada do Ser, A nova Mulher e Mulher daqui pra Frente. Escreve, também, para revistas femininas e constantemente é convidada para cursos e palestras em todo o Brasil. É casada com o escritor e poeta Affonso Romano de Sant'Anna. O texto acima foi extraído do livro "Eu sei, mas não devia", Editora Rocco - Rio de Janeiro, 1996, pág. 09.
Foto de Marcello: "musgo" - manhã no Sítio Guajuvira - 7°Distrito - Colônia Santa Maria - Pelotas - RS (23/05/2008)

Entonces

Cuando se hallaba el mundo a punto
De que el prodigio sucediese.
Cuando las horas esperaban
Que unas manos las exprimiesen.
Cuando las ramas opulentas
Daban su sombra a nuestras frentes.
Cuando en el mundo se morían
Todos los tristes y los débiles.
Cuando el soñar, el sentir hondo,
Cuando el beber ávidamente
La luz, la brisa, el agua, el aire,
Eran primero que la muerte.
Cuando las tardes solitarias,
Cuando los árboles más verdes,
Cuando las conchas de colores
A nuestras madres sonrientes,
A nuestras novias de ojos peces.
Cuando eran pena y alegría
Nuestros amables timoneles
Y no existía otro paisaje
Que el que alzaba su luna enfrente:
Mundo que abría cada día
Sus lejanías, frutalmente.

(¿Eras así, tan sin palabras
primaverales que te expresen?
¿Tan de elementos terrenales:
arena, piedra, hierba, nieve?
¿Nombres de tiempos, de lugares
deshojados diariamente:
Piélagos, Hoces, Montes Claros,
Octubre, enero, abril, noviembre?)

Yo no te pinto otros colores
Que los colores que tú tienes.
¿Eras así, mi paraíso,
rumor del agua cuando llueve,
hacha que hiere la madera,
fuego que incendia la hoja verde?

Yo no me acuerdo ya de aquello.
Un día tuve que perderte.
Cuando se hallaba el mundo a punto
De que el prodigio sucediese.



Cuando tenía cada instante
Un ritmo nuevo y diferente,
Cada estación sus ubres llenas,
Rebosantes de blanca leche...

José Hierro

“Acreditei que se amasse de novo
esqueceria outros
pelo menos três ou quatro rostos que amei
Num delírio de arquivística
organizei a memória em alfabetos
como quem conta carneiros e amansa
no entanto flanco aberto não esqueço
e amo em ti os outros rostos”

Ana Cristina César
(em Contagem Regressiva – Inéditos e Dispersos)

Flores do mais

devagar escreva
uma primeira letra
escreva
na imediações
construídas
pelos furacões;
devagar meça
a primeira pássara
bisonha que
riscar
o pano de boca
aberto
sobre os vendavais;
devagar imponha
o pulso
que melhor
souber sangrar
sobre a faca
das marés;
devagar imprima
o primeiro
olhar
sobre o galope molhado
dos animais;
devagar
peça mais
e mais e
mais

Ana Cristina Cesar

sexta-feira, 23 de maio de 2008

PÁJAROS



El cielo está sangrando pájaros.
Muchos pájaros de un raro color,
desmadejados,
las alas yertas,
los picos deshechos.
Sólo soplos gris escayendo desde lejos.
Pájaros de dónde.
Tal vez despojos de ciertos ángeles caídos de la secreta casa.
Cientos de pájaroscon el grito roto en la gargantay los ojos vueltos.
Todos serán sombras.
Para que los olvidemos.


Alejandra Basualto
Foto: Marcello "Narceja morta" (28/10/2007)

LLAMAME



“paraíso sin tí, ni imagino ni quiero.”
Julio aumente


Yo aguardo la señal para reconocerte.
Cada noche, mientras tiembla el invierno
y abatida la lluvia se derrama
y el frío elige calles y restalla cordeles,
indóciles cabellos de pronto destrenzados,
yo aguardo la señal.
Y te busco incesante, y en la música entro:
acolchada la puerta se cierra tras de mí,
la sombra me golpea y mis ojos insisten,
suelta lanza dispersa y confundida.
Por el esbelto nardo y armonioso alerce,
sauce, flor, el oro se desnuda,
gráciles piernas, bosques, enramadas:
dime, serpiente, dónde tus anillos.
Irresistible seductora mía, sin tí mi rostro
es fervoroso girasol anclado, es alabanza inerte,
no selva transtornada, no subterrânea herida
ni belleza.
Sin deseos, sin sed, sin perseguido abismo,
sin que aceches y ofrezcas y arrebates,
qué jardín, dime tú, qué jardín
se podría llamar paraíso o delicia.
Mi tentación hermosa,
cada noche te busco, cada noche.
Y aguardo tu señal, transida ya de tí
para reconocerte y entregarme.

Ana Rossetti
Foto de Marcello: "amanhecer no Guajuvira" - Sítio Guajuvira - 7°Distrito - Colônia Santa Maria - Pelotas - RS (23/05/2008)

Abismal



Meus olhos estão olhando
De muito longe, de muito longe,
Das infinitas distâncias
Dos abismos interiores.
Meus olhos estão a olhar do extremo longínquo Para você que está diante de mim.
Se eu estendesse a mão, tocaria a sua face.



Helena Kolody
Foto de Marcello: "amanhecer no Guajuvira" - Sítio Guajuvira - 7°Distrito - Colônia Santa Maria - Pelotas - RS (23/05/2008)

Pausa


Às sete horas o despertador tocou. Samuel saltou da cama, correu para o banheiro, fez a barba e lavou-se. Vestiu-se rapidamente e sem ruído. Estava na cozinha, preparando sanduíches, quando a mulher apareceu,bocejando:— Vais sair de novo, Samuel? Fez que sim com a cabeça. Embora jovem, tinha a fronte calva; mas as sobrancelhas eram espessas, a barba, embora recém-feita, deixava ainda no rosto uma sombra azulada. O conjunto era uma máscara escura.— Todos os domingos tu sais cedo — observou a mulher com azedume na voz. — Temos muito trabalho no escritório — disse o marido, secamente. Ela olhou os sanduíches: — Por que não vens almoçar?— Já te disse; muito trabalho. Não há tempo. Levo um lanche. A mulher coçava a axila esquerda. Antes que voltasse à carga. Samuel pegou o chapéu:— Volto de noite. As ruas ainda estavam úmidas de cerração. Samuel tirou o carro da garagem. Guiava vagarosamente; ao longo do cais, olhando os guindastes, as barcaças atracadas. Estacionou o carro numa travessa quieta. Como pacote de sanduíches debaixo do braço, caminhou apressadamente duas quadras. Deteve-se ao chegar a um hotel pequeno e sujo. Olhou para os lados e entrou furtivamente. Bateu com as chaves do carro no balcão, acordando um homenzinho que dormia sentado numa poltrona rasgada. Era o gerente. Esfregando os olhos, pôs-se de pé:- Ah! seu Isidoro! Chegou mais cedo hoje. Friozinho bom este, não é? A gente... - Estou com pressa, seu Raul - atalhou Samuel. - Está bem, não vou atrapalhar. O de sempre. - Estendeu a chave. Samuel subiu quatro lanços de uma escada vacilante. Ao chegar ao último andar, duas mulheres gordas, de chambre floreado, olharam-no com curiosidade:- Aqui, meu bem! - uma gritou, e riu; um cacarejo curto. Ofegante, Samuel entrou no quarto e fechou a porta à chave. Era um aposento pequeno: uma cama de casal, um guarda-roupa de pinho; a umcanto, uma bacia cheia d'água, sobre um tripé. Samuel correu as cortinas esfarrapadas, tirou do bolso um despertador de viagem, deu corda e colocou-o na mesinha de cabeceira. Puxou a colcha e examinou os lençóis com o cenho franzido; com um suspiro, tirou o casaco e os sapatos, afrouxou a gravata. Sentado na cama, comeu vorazmente quatro sanduíches. Limpou os dedos no papel de embrulho, deitou-se e fechou os olhos. Dormir. Em pouco, dormia. Lá embaixo, a cidade começava a mover-se: os automóveis buzinando, os jornaleiros gritando, os sons longínquos. Um raio de sol filtrou-se pela cortina, estampou um círculo luminoso no chão carcomido. Samuel dormia; sonhava. Nu, corria por uma planície imensa. Perseguidopor um índio montado a cavalo. No quarto abafado ressoava o galope. No planalto da testa, nas colinas do ventre, no vale entre as pernas, corriam. Samuel mexia-se e resmungava. Às duas e meia da tarde sentiu uma dor lancinante nascostas. Sentou-se na cama, os olhos esbugalhados; índio acabara de trespassá-lo com a lança. Esvaindo-se em sangue, molhado de suor. Samuel tombou lentamente:ouviu o apito soturno de um vapor. Depois, silêncio. Às sete horas o despertador tocou. Samuel saltou da cama, correu para a bacia, lavou-se. Vestiu-se rapidamente e saiu. Sentado numa poltrona, o gerente lia uma revista.- Já vai, seu Isidoro?- Já - disse Samuel, entregando a chave. Pagou, conferiu o troco em silêncio.- Até domingo que vem seu Isidoro - disse o gerente.- Não sei se virei - respondeu Samuel, olhando pela porta; a noite caía.- O senhor diz isto, mas volta sempre - observou o homem, rindo. Samuel saiu. Ao longo do cais, guiava lentamente. Parou um instante, ficou olhando os guindastes recortados contra o céu avermelhado. Depois, seguiu. Para casa. ¨

Moacyr Scliar
Nascimento:
23/03/1937

Natural:
Porto Alegre - RS

Houve um tempo


Houve um tempo em que a minha janela se abria para um chalé. Na ponta do chalé brilhava um grande ovo de louça azul. Nesse ovo costumava pousar um pombo branco. Ora, nos dias límpidos, quando o céu ficava da mesma cor do ovo de louça, o pombo parecia pousado no ar. Eu era criança, achava essa ilusão maravilhosa, e sentia-me completamente feliz.Houve um tempo em que a minha janela dava para um canal. No canal oscilava um barco. Um barco carregado de flores. Para onde iam aquelas flores? Quem as comprava? Em que jarra, em que sala, diante de quem brilhariam, na sua breve existência? E que mãos as tinham criado? E que pessoas iam sorrir de alegria ao recebê-las? Eu não era mais criança, porém minha alma ficava completamente feliz.Houve um tempo em que a minha janela ,..Perto da janela havia um pequeno jardim quase seco. Era uma época de estiagem, e o jardim parecia morto. Mas todas as manhãs vinha um pobre homem com um balde, e, em silêncio, ia atirando com a mão umas gotas de água sobre as plantas ...Não era uma rega: era uma espécie de aspersão ritual, para que o jardim não morresse. E eu olhava para as plantas, para o homem, para as gotas de água que caíam de seus dedos magros, e meu coração ficava completamente feliz.Às vezes, abro a janela e encontro o jasmineiro em flor. Outras vezes encontro nuvens espessas. Avisto crianças que vão à escola. Pardais que pulam pelo muro. Gatos que abrem e fecham os olhos, sonhando com pardais. Borboletas brancas, duas a duas, como refletidas no espelho do ar. Marimbondos que sempre me parecem personagens de Lope de Veja. Às vezes, um galo canta. Às vezes, um avião passa. Tudo está certo, no seu lugar, cumprindo o seu destino. E eu me sinto completamente feliz.Mas, quando falo dessas pequenas felicidades certas, que estão diante de cada janela, uns dizem que essas coisas não existem, outros, que só existem diante das minhas janelas, e outros, finalmente, que é preciso aprender a olhar, para poder vê-las assim.


Cecília Meireles


Foto de Marcello: "amanhecer no Guajuvira" - Sítio Guajuvira - 7°Distrito - Colônia Santa Maria - Pelotas - RS (23/05/2008)

A primavera chegará



A primavera chegará, mesmo que ninguém mais saiba seu nome, nem acredite no calendário, nem possua jardim para recebê-la. A inclinação do sol vai marcando outras sombras; e os habitantes da mata, essas criaturas naturais que ainda circulam pelo ar e pelo chão, começam a preparar sua vida para a primavera que chega.Finos clarins que não ouvimos devem soar por dentro da terra, nesse mundo confidencial das raízes, — e arautos sutis acordarão as cores e os perfumes e a alegria de nascer, no espírito das flores.Há bosques de rododentros que eram verdes e já estão todos cor-de-rosa, como os palácios de Jeipur. Vozes novas de passarinhos começam a ensaiar as árias tradicionais de sua nação. Pequenas borboletas brancas e amarelas apressam-se pelos ares, — e certamente conversam: mas tão baixinho que não se entende.Oh! Primaveras distantes, depois do branco e deserto inverno, quando as amendoeiras inauguram suas flores, alegremente, e todos os olhos procuram pelo céu o primeiro raio de sol.Esta é uma primavera diferente, com as matas intactas, as árvores cobertas de folhas, — e só os poetas, entre os humanos, sabem que uma Deusa chega, coroada de flores, com vestidos bordados de flores, com os braços carregados de flores, e vem dançar neste mundo cálido, de incessante luz.Mas é certo que a primavera chega. É certo que a vida não se esquece, e a terra maternalmente se enfeita para as festas da sua perpetuação.Algum dia, talvez, nada mais vai ser assim. Algum dia, talvez, os homens terão a primavera que desejarem, no momento que quiserem, independentes deste ritmo, desta ordem, deste movimento do céu. E os pássaros serão outros, com outros cantos e outros hábitos, — e os ouvi­dos que por acaso os ouvirem não terão nada mais com tudo aquilo que, outrora se entendeu e amou.Enquanto há primavera, esta primavera natural, prestemos atenção ao sussurro dos passarinhos novos, que dão beijinhos para o ar azul. Escutemos estas vozes que andam nas árvores, caminhemos por estas estradas que ainda conservam seus sentimentos antigos: lentamente estão sendo tecidos os manacás roxos e brancos; e a eufórbia se vai tornando pulquérrima, em cada coroa vermelha que desdobra. Os casulos brancos das gardênias ainda estão sendo enrolados em redor do perfume. E flores agrestes acordam com suas roupas de chita multicor.Tudo isto para brilhar um instante, apenas, para ser lançado ao vento, — por fidelidade à obscura semente, ao que vem, na rotação da eternidade. Saudemos a primavera, dona da vida — e efêmera.
Texto do livro: "Cecília Meireles - Obra em Prosa - Volume 1", Editora Nova Fronteira - Rio de Janeiro, 1998.
Foto de Marcello: "musgo" - Sítio Guajuvira - 7°Distrito - Colônia Santa Maria - Pelotas - RS (23/05/2008)

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Quem sou eu

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Quem sou eu? Pois começo a pensar: como Leolo, não o sou, porque eu sonho. Parce que moi, je rêve. Je ne le suis pas. Abdico do reinado de ser para estar um rio: um poderoso rio castanho, taciturno, indômito e intratável... O aroma das uvas sobre a mesa de outono. O seu estuário onde a estrela-do-mar, o caranguejo e o espinhaço da baleia são arremessados para a pulsação da terra. Tudo tange e vibra. Fora isso, há esse tempo de agora, ex nihilo, mastigando algum pedaço de silêncio enquanto a poesia vibra. Desse mim, não há muito o que dizer, mas certamente há muito o que inventar.

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