As palavras são como vinho, é preciso beber para sabê-las. Mas, não é tão simples, é preciso antes aprender a bebê-las, degustá-las,descobrir os seus becos, seus meandros, seus aromas secretos de palavras, saber esperar a sua hora minúscula, oculta, seus caramelos congelados que esperam a chegada da primavera para transformar-se de novo em palavras pétreas e poder significar.

quarta-feira, 15 de outubro de 2008

Facundo Cabral - Te Quiero


Te dije, te digo y te diré, porque,
el amor es para siempre…

Te digo por ejemplo:
Te quiero ahora que hace calor,
Y ayer que llovía.
En las mañanas nubladas,
Y en las noches abiertas,
Te quiero
Te quiero de pie, tendida,
Dormida y despierta.

Te quiero a la una, a las dos a las tres,
Y a las siempre.

Te quiero,
Te quiero en la casa y te quiero en el camino,
Te quiero después, antes y ahora mismo,
Te quiero,
Te quiero porque me quieres,
Y toda tu me lo gritas,

Te quiero porque en ti comienzo y termino,
Te quiero porque nos encontramos
y nos perdemos uno en el otro.
Digamos que te quiero con todos los que soy,
incluyéndome a mí mismo.

Aunque tu sabes mi amor que cuando digo te quiero,
es Dios que te embellece a través del amor
y yo soy el encargado de tan bella tarea,
es decir que cada vez que cuando yo te digo Te quiero,
Él te dice “Te quiero”.

Te quiero cuando la tarde
Y tus manos tienen frío,
Te quiero frente a la mar,
En el desierto y el río.

Te quiero cuando la Luna
nos confía los secretos,
en la paz de tu mirada,
y el incendio de tu cuerpo.

Te quiero cuando caminas,
Y te quiero cuando cantas,
Te quiero cuando te duermes,
Y más cuando te levantas.

Te quiero cuando la noche
Me hace sentir un poeta,
Te quiero después de todo
Y antes que nada en la tierra


Nenhum comentário:

Postar um comentário

Quem sou eu

Minha foto
Pelotas, RS, Brazil
Quem sou eu? Pois começo a pensar: como Leolo, não o sou, porque eu sonho. Parce que moi, je rêve. Je ne le suis pas. Abdico do reinado de ser para estar um rio: um poderoso rio castanho, taciturno, indômito e intratável... O aroma das uvas sobre a mesa de outono. O seu estuário onde a estrela-do-mar, o caranguejo e o espinhaço da baleia são arremessados para a pulsação da terra. Tudo tange e vibra. Fora isso, há esse tempo de agora, ex nihilo, mastigando algum pedaço de silêncio enquanto a poesia vibra. Desse mim, não há muito o que dizer, mas certamente há muito o que inventar.

Seguidores